Que no se note demasiado, pero aquí entre nosotros, mi familia y yo hemos vivido siempre del turismo rural en la provincia de Salamanca; así que seguramente este blog debe ser uno de los menos imparciales que te puedes encontrar en internet. Aún así, tengo la esperanza de que todo aquel que lo visite se dé cuenta de que no hablo de ello en plan interesado ni para beneficio propio, sino porque de verdad creo que estos lugares merecen un puesto de honor en la lista de los mejores entornos rurales para gozar de la naturaleza. Un verdadero paraíso en la Tierra para los amantes del medio natural y el aire libre.
Claro que todo depende bastante del lugar que elijas para visitar, y por supuesto, del plan que lleves para hacerlo. Como en casi todo en esta vida, el tema económico influye bastante, y uno puede elegir visitar estos lugares en plan espléndido, gozando de toda clase de comodidades y lujos a veces superfluos, o hacerlo de una forma frugal y un poco a la aventura, con los gastos mínimos. Por supuesto ambas opciones son válidas y perfectamente elegibles para cualquiera, sólo hay que adaptar la decisión a la forma en que se quiera conocer el lugar o se quiera disfruta de él, nada más.
Conste que, a pesar de tener que nuestro negocio se basa en las viviendas rurales, yo mismo he hecho turismo por toda la provincia de muy diferentes maneras: desde paradores nacionales a tiendas de campaña, pasando por moteles y hostales e incluso alguna que otra noche bajo el cielo raso. Es por eso que sé muy bien de lo que hablo al decir que cada vez hay que adaptarse a las intenciones con las que vamos a un lugar, y no dejar que sea al revés, claro, en la medida de lo posible; es la mejor forma de disfrutar de nuestro viaje con total plenitud, no tengo ninguna duda de eso.
Salamanca es una zona que ha quedado en un plano bastante rural; esto es, no que esté subdesarrollada ni mucho menos, sino que sus núcleos urbanos en forma de ciudades modernas no son demasiados, y la economía y forma de vida es más bien sencilla y muy basada en la tierra, que es uno de los principales motores económicos de la comunidad. Puede que algunos vean esto como un inconveniente, pero no es así si de verdad no se quiere perder ese vínculo con la naturaleza que los avances tecnológicos y la forma de vida de las metrópolis no han hecho casi olvidar. Síguenos leyendo y verás esta provincia con unos ojos diferentes.